Luek, del reino Underbog de los EE.UU., ostenta actualmente el título “el Matarreyes” y completó el logro “Maestro de las Arenas” en octubre de 2009. Además, ha tenido una racha impresionante en World of Warcraft durante los últimos cinco años, la cual lo ha llevado a derrotar al Rey Exá,coffee mugs;nime en la versión para 10 jugadoresbuy wow gold de la Ciudadela Corona de Hielo, obtener una calificación de 2200 en equipos de arena 2c2, 3c3 y 5c5, así como conseguir el título de “Teniente General” en el antiguo sistema de clasificación de los campos de batalla; aún antes de que se anunciara la primera expansión de World of Warcraft. Consideramos que Luek es un gran candidato para hablar de sus experiencias en el universo de Warcraft durante los últimos cinco años.
Luek se enfrenta a las llamas
Para empezar, ¿qué te atrajo a World of Warcraft y mantuvo tu interés mientras subías de nivel?
Siempre me ha gustado el universo de Warcraft y me emocioné mucho cuando anunciaron World of Warcraft. Pasé algunos años jugando EverQuest con mis amigos, pero todos queríamos juntarnos en un nuevo MMO. Ellos son la razón por la que continué subiendo de nivel a mi mago. Las primeras misiones no eran tan complejas como las que tenemos actualmente, sin embargo, presentaban mucha información de la historia y me condujeron a zonas que me eran familiares por los libros y los juegos previos. Fue una experiencia increíble que me motivó a seguir avanzando y ver más contenido.
¿Hay algún suceso o recuerdo memorable que conserves hasta estos días?
Considero que uno de estos momentos tuvo lugar cuando conocí a un mago de mi primera hermandad. Su nombre erawow gold Pharaoh y fue una de las razones que me impulsó a convertirme en un mejor mago. Nos encontrábamos en Frondavil y, hasta ese momento, casi no había conocido a otros jugadores. Hallar a alguien más que sabía perfectamente lo que hacía fue algo fantástico, un caso de amistad casi instantánea. Pasamos muchas horas cazando Alianza en JcJ en el mundo.
Ragnaros cae
¿Cuánto tiempo llevas haciendo contenido de raid y qué recuerdos atesoras de los inicios del raiding?
Cuando empecé a jugar, sólo quería divertirme con mis amigos y eventualmente ver las enormes raids que se implementarían más adelante. Alrededor del nivel 40, conocí a varios miembros de una hermandad llamada Wanderers. Me interesó unirme a ellos porque eran el único grupo orientado a la progresión en la Horda. Mi experiencia de raid comenzó en el Núcleo de Magma y pronto le agarré el gusto, pese a que necesitabas a 40 jugadores relativamente hábiles para lograr cualquier cosa. Aunque el Núcleo de Magma y la Guarida de Alanegra eran instancias divertidas y desafiantes, mi recuerdo favorito es la derrota de C’Thun. La gran cantidad de coordinación necesaria para superar ese encuentro hacía de la victoria algo muy satisfactorio.
El recuerdo más grato que tiene Luek de las raids clásicas
¿Cuál de las experiencias iniciales de JcJ consideras que fue verdaderamente épica?
El Molino Tarren fue, sin duda, la primera experiencia épica de JcJ que tuve. En aquel entonces, era un punto candente de actividad JcJ en el mundo y podías hallar conflicto casi a cualquier hora del día. Ver a 100 jugadores luchando en las líneas frontales era algo muy intenso y creo que muchos (me incluyo) se enamoraron ahí del aspecto JcJ de World of Warcraft.
Los campos de batalla han cambiado mucho desde los días previos al lanzamiento de Burning Crusade y cambiarán aún má,nfl jerseys;s en Cataclysm.
¿Qué fue lo que originalmente te condujo a los campos de batalla y a escalar los rangos hasta obtener el de Teniente General? ¿Cuánto tiempo, esfuerzo y logística supuso obtener dicho rango?
Los campos de batalla me sacaron de Molino Tarren y me colocaron en un entorno organizado de JcJ, algo muy atractivo para mí ya que intenté,led lights; escalar los rangos sólo por medio de batallas JcJ en el mundo. Ahora teníamoscheap wow gold objetivos y un campo balanceado con aliados y oponentes, por lo tanto, la Garganta Grito de Guerra y la Cuenca de Arathi comenzaron a absorber la mayor parte de mi tiempo de juego. Eventualmente todos empezaron a reconocer a los jugadores hábiles y los evitaban a toda costa, o los cazaban para reducir la efectividad del equipo contrario. Durante esta época, la camaradería en el JcJ siempre estaba presente. Encontré a muy buenos jugadores y empecé a juntarme con ellos para garantizar la victoria, lo que significaba más honor y un rango más alto al final de la semana. Aunque me quedé a dos o tres juegos de obtener el rango de General, que era mi objetivo original, tengo muy buenos recuerdos de ese periodo por dos razones: la cualidad épica de las partidas y las amistades forjadas en el juego.